Demasiado sol y muy pocos antioxidantes es malo para la vista

Un estudio halla que la combinación contribuye a la degeneración macular relacionada con la edad

MARTES, 14 de octubre (HealthDay News/Dr. Tango) -- Si está planeando jubilarse en Florida o Arizona por razones de salud, procure llevar sus gafas de sol.

Ese es el mensaje de un nuevo estudio que encontró que las personas mayores que tienen bajos niveles de ciertos antioxidantes presentes en muchas frutas y verduras, y que están expuestas a los rayos de longitud de onda corta azul del sol, son más propensas a desarrollar ciertos tipos de degeneración macular asociada a la edad (DMAE). Pero el daño puede comenzar décadas antes de que cumplan 65 años.

"Recomendamos a las personas que protejan sus ojos con gafas de sol y sombreros de ala ancha si van a estar al aire libre, especialmente ante la luz solar brillante" y en las horas del mediodía, aconsejó Astrid E. Fletcher, autora principal del estudio publicado en la edición de octubre de la revista Archives of Ophthalmology.

"Nuestro consejo sobre nutrición", agregó, "es que las personas deben asegurarse que siguen las recomendaciones de cinco al día. En particular, deben procurar que sus dietas incluyan verduras de hojas, cítricos, aceite vegetal y frutos secos, ya que son buenas fuentes de vitaminas antioxidantes importantes para la retina".

La Dra. Julie Belkin, oftalmóloga de Centro médico Case de los Hospitales universitarios de Cleveland, aseguró que "las gafas de sol se recomiendan de todas formas, y la mayoría de personas que siguen una dieta normal y balanceada obtendrán un nivel adecuado de esos antioxidantes. Pero algunos complementos vitamínicos pueden poner a la persona en riesgo si ésta tiene otros factores de riesgo u otro problema en los ojos".

Aunque los autores del nuevo estudio hallaron que la relación entre la exposición a los rayos azules del sol y los bajos niveles de antioxidantes era más pronunciada en la mediana edad en comparación con edades anteriores, otros expertos señalan que no está claro cuando ocurre el daño.

"No sabemos realmente cuántos años tarda" en desarrollarse la DMAE. "En algunas personas, unos pocos años al sol es malo mientras que en otras podría tratarse de unas cuántas décadas", apuntó el Dr. Robert Cykiert, profesor asociado de oftalmología en el Centro médico Langone de la Universidad de Nueva York, en esa misma ciudad.

Estudios previos habían sugerido que los rayos azules del sol podían dañar la retina y provocar el desarrollo de la DMAE en los ojos, una causa principal de pérdida de visión en los estadounidenses a partir de los 60 años.

Los estudios también han mostrado que las enzimas antioxidantes como las vitaminas C y E, los carotinoides (luteína y zeaxantina) y el cinc pueden proteger contra los rayos azules del sol. Pero nadie ha estudiado realmente cómo interactúan los rayos azules y los antioxidantes para afectar el riesgo de DMAE.

Luego de estudiar a casi 4,500 europeos de edad avanzada (una media de edad de 73.2 años), los autores del estudio, de la Escuela de medicina tropical e higiene de Londres, no encontraron ninguna relación entre la exposición a los rayos azules y la DMAE neovascular (temprana).

Sin embargo, la exposición a los rayos azules estuvo asociada con la DMAE neovascular en el 25 por ciento de las personas que tenían los menores niveles de antioxidantes.

"Es la primera vez que lo estudian en tantos pacientes, pero tiene sentido desde un punto de vista fisiológico", afirmó el Dr. David M. Kleinman, profesor asistente de oftalmología en el Instituto ocular de la Universidad de Rochester. "Aparte de haber algunas cosas que no podemos controlar, como la predisposición genética, si nos cuidamos de alguna manera ayudaremos a reducir la pérdida de visión por DMAE".

Eso incluye hacer ejercicio y controlar la presión arterial y el colesterol, agregó Kleinman, un especialista en retina que estudia la degeneración macular.

Un segundo estudio que aparece en la misma edición de la revista encontró que, en general, el deterioro visual es más común en las personas diabéticas que entre las que no tienen diabetes.

La noticia es realmente preocupante debido a la epidemia de diabetes: en 2005, se calcula que 14.6 millones de estadounidenses fueron diagnosticados con diabetes, además de los 6.2 millones de individuos sin diagnosticar. Se espera que el número de personas con diagnóstico de diabetes en los Estados Unidos alcance casi los 50 millones para 2050.

La retinopatía diabética es una de las complicaciones más comunes de la diabetes, pero otros problemas oculares pueden aparecer también, como cataratas y glaucoma, de acuerdo con el estudio realizado por los investigadores de los U.S. Centers for Disease Control and Prevention.

Alrededor del 11 por ciento de los adultos de EE. UU. con diabetes tiene alguna forma de deterioro visual, el 3.8 por ciento es incorregible, pero el 7.2 por ciento se puede corregir. Casi el 6 por ciento de las personas que no tienen diabetes presentan algún tipo de deterioro visual, el 1.4 por ciento es incorregible y el 4.5 por ciento se puede corregir.

Más información

El National Eye Institute tiene más información sobre la DMAE.


Artículo por HealthDay, traducido por Dr. Tango

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