LUNES 30 de agosto (HealthDayNews/HispaniCare) -- Si quiere que su adolescente se desvíe de la máquina vendedora de la cafetería de la escuela en este otoño, necesita renunciar a las bebidas de soda usted primero.
Esto se debe a que una nueva investigación muestra que los padres que beben soda preparan el ambiente para que sus hijos hagan lo mismo.
En la mayoría de hogares estadounidenses con niños o adolescentes, la soda se ha convertido en un artículo fijo. El consumo promedio de bebidas suaves de los niños entre los 2 y los 17 años de edad ha aumentado de 6.9 onzas por día en 1989 a 9.5 onzas por día en 1995, un aumento del 38 por ciento. Entre los chicos adolescentes, el consumo es más alto, ya que beben un promedio de casi 22 onzas por día.
Este consumo excesivo de soda es parcialmente culpable por el aumento en las tasas de sobrepeso y obesidad. Y algunas investigaciones han asociado un consumo excesivo de soda con un aumento en la presión sanguínea, especialmente en adolescentes negros, lo que tal vez aumenta el riesgo de hipertensión en el futuro.
Así que si desea que sus niños consuman menos cola, debe comenzar poniendo un buen ejemplo, según afirma una investigación en la edición de agosto del Journal of the American Dietetic Association.
Cuando Mary Story, profesora de nutrición de salud pública en la Facultad de Salud Pública de la Universidad de MInnesota, y sus colegas evaluaron los hábitos de consumo de soda de 560 niños entre los 8 y los 13 años de edad, encontraron que los niños cuyos padres regularmente consumían bebidas suaves tenían casi tres veces más probabilidades de beber soda cinco o más veces por semana en comparación con aquellos jóvenes cuyos padres no bebía soda.
No sorprende, entonces, que los niños a quienes el sabor les gustaba mucho tenían más probabilidades de beber soda. Si tenían una preferencia de sabor por la soda, tenían 4.5 veces más probabilidades de consumirla cinco o más veces por semana, encontró el equipo de Story.
En el estudio, cerca del 30 por ciento de los niños respondió que consumía bebidas suaves todos los días; sólo el 18 por ciento reportó que las bebe menos de una vez a la semana. Y el 85 por ciento de los estudiantes encuestados dijo que generalmente consumía bebidas suaves regulares, no de dieta, lo que aumenta su consumo de calorías y azúcar del día.
Ya que poner un buen ejemplo no podría ser suficiente para cambiar este poco saludable hábito alimenticio, hay otras maneras de que sus niños dejen de consumir bebidas suaves:
Más Información
Para obtener más información sobre el consumo de soda en los niños, visite la American Dietetic Association.