La industria alimentaria fija estándares para la publicidad dirigida a niños

Los nuevos criterios son menos estrictos que las recomendaciones del gobierno de EE. UU.

JUEVES, 14 de julio (HealthDay News/HolaDoctor) -- Una coalición de los fabricantes de alimentos más importantes del país desvelaron el jueves un plan para fijar nuevos estándares de nutrición para las comidas que pueden ser publicitadas a los niños.

Los estándares incluyen reducir el azúcar, la sal, las calorías, y las grasas trans y saturadas.

Pero se quedan cortas de las recomendaciones propuestas por la administración de Obama en abril.

"Hemos establecido criterios uniformes para la publicidad dirigida a los niños de las compañías participantes", dijo durante una conferencia de prensa el martes por la mañana Elaine Kolish, vicepresidenta y directora de la Iniciativa de publicidad para alimentos y bebidas infantiles (Children's Food and Beverage Advertising Initiative), que incluye a compañías como ConAgra, General Mills y Kellogg.

"Estos nuevos criterios son metas difíciles, pero realistas, para mejorar aún más los productos anunciados a los niños", aseguró.

Según Kolish, alrededor de un tercio de los productos que se anuncian ahora a los niños no cumplen con los nuevos criterios de nutrición. Para el 31 de diciembre de 2013, los productos deben cumplir con los nuevos estándares o no podrán ser anunciados a los niños.

Los estándares afectan a los alimentos en las siguientes categorías: lácteos; granos; frutas y verduras; sopas y salsas; semillas; frutos secos, mantequillas y cremas de frutos secos; carne, pescado y aves; platos mezclados; y platos y comidas preparadas, como macarrones con queso. Cada categoría tiene sus propios criterios, señaló Kolish.

Por ejemplo, los jugos no pueden tener azúcares añadidas ni más de 160 calorías por porción. En cuanto a la leche con sabores, una porción de 8 onzas estará limitada a 24 gramos de azúcar. Los cereales con unas 150 calorías por porción no pueden tener más de 1.5 gramos de grasa saturada, 290 miligramos de sal y 10 gramos de azúcar.

La mantequilla de cacahuete no puede tener más de 220 calorías por dos cucharadas, 3.5 gramos de grasa saturada, 240 miligramos de sal y 4 gramos de azúcar.

Los criterios también especifican cantidades de frutas, verduras, lácteos bajos en grasa o sin grasa, granos integrales y que algunos productos sean complementados con calcio y vitamina D, apuntó Kolish.

Kolish pidió a Eric Decker, presidente del Departamento de Ciencias Alimentarias de la Universidad de Massachusetts, que revisara los nuevos estándares. En la conferencia de prensa, Decker dijo que "estas directrices son un tremendo paso hacia adelante, porque proveen un equilibrio para la significación nutricional de la comida, pero permite incluir comidas que tengan buen sabor y que sean asequibles".

En abril, el gobierno de EE. UU. emitió directrices que esperaba fueran adoptadas por el sector alimentario, que incluían menores cantidades de azúcar, sal y grasas en las comidas anunciadas a los niños. Esas directrices son más bajas que las nuevas directrices de la industria.

Kolish apuntó que espera que el gobierno modifique sus directrices, las cuales afirmó son poco realistas e inalcanzables.

"Compartimos las mismas metas que las agencias del gobierno. Todos queremos niños más sanos", aseguró. "Pero creemos que le propuesta del gobierno es irrealizable e irrealista".

Por ejemplo, dijo Kolish, para reducir los niveles de sal en más de la mitad "habría que vencer grandes problemas técnicos, y habría que contar con un producto que los consumidores realmente comerían".

El Dr. David L. Katz, experto en obesidad y director del Centro de Investigación sobre la Prevención de la Facultad de medicina de la Universidad de Yale, dijo que "el sector alimentario reconoce que publicitar alimentos de valor nutricional dudoso a los niños en una era con una epidemia de obesidad y diabetes infantiles es malo. Ciertamente es algo positivo".

Pero hay un conflicto de intereses inescapable cuando las compañías que se benefician de vender alimentos deciden cómo limitar su propio mercadeo, señaló Katz. "Nadie que tenga ni una pizca de sentido común se sorprenderá de que los estándares propios de las compañías alimentarias sean menos estrictos que los estándares del gobierno rechazados por las mismas compañías", anotó.

"El método correcto, que el sector ni siquiera parece estar considerando, sería vincular el mercadeo con medidas confiables de calidad nutricional general, y no solo uno o dos nutrientes selectos. Las directrices que toman en cuenta un nutriente a la vez pueden ser completamente engañosas", añadió Katz.

Se calcula que ahora un tercio de los niños de EE. UU. se consideran en sobrepeso u obesos. Los niños demasiado gordos están en riesgo de hipertensión y colesterol alto; diabetes tipo 2; problemas respiratorios como la apnea del sueño y el asma; problemas articulares; enfermedad del hígado graso; y problemas sociales y psicológicos, tales como discriminación y una baja autoestima, que pueden persistir en la adultez, según los Institutos Nacionales de Salud.

Más información

Para más información sobre una alimentación sana para los niños, visite la Nemours Foundation.


Artículo por HealthDay, traducido por HolaDoctor.com

© Derechos de autor 2011, HealthDay

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