MARTES, 14 de abril de 2020 (HealthDay News) -- Comer una dieta mediterránea rica en verduras, granos integrales y pescado podría reducir el riesgo de deterioro mental, sugieren dos estudios del Instituto Nacional del Ojo (NEI) de EE. UU.
"No siempre prestamos atención a nuestras dietas. Debemos explorar cómo la nutrición afecta al cerebro y al ojo", señaló en un comunicado de prensa del NEI la autora principal del estudio, la Dra. Emily Chew, directora de la división de epidemiología y aplicaciones clínicas del instituto.
Los investigadores analizaron los datos del Estudio de enfermedades del ojo relacionadas con la edad (AREDS, por sus siglas en inglés), y el estudio de seguimiento, el AREDS-2. Los estudios, que incluyeron a 8,000 personas en total, se diseñaron para explorar la enfermedad conocida como degeneración macular asociada con la edad.
Al inicio de ambos estudios, se evaluaron las dietas de los participantes, incluyendo su consumo promedio de componentes específicos de la dieta mediterránea, en el año anterior. Además de las verduras, los granos integrales y el pescado, este tipo de plan de alimentación es rico en frutas enteras, frutos secos, legumbres y aceite de oliva.
Una dieta mediterránea también se caracteriza por un consumo más bajo de carne roja y alcohol.
El AREDS evaluó la función mental (cognitiva) de los participantes a los cinco años, y el AREDS2 evaluó la función mental al inicio y de nuevo dos, cuatro y 10 años más tarde.
Los que seguían la dieta mediterránea más de cerca tuvieron el riesgo más bajo de deterioro mental.
Aunque el estudio no puede probar una relación causal directa, los niveles altos de consumo de pescado y verduras parecieron proveer la mayor protección. A los 10 años, los del ARED2 que consumían la mayor cantidad de pescado tuvieron la tasa más baja de deterioro mental.
Las diferencias en la función mental entre los participantes con el cumplimiento más alto y el más bajo con una dieta mediterránea fueron relativamente pequeñas, lo que significa que es poco probable que los individuos tuvieran una diferencia en la función mental diaria, apuntaron los investigadores.
Pero a nivel poblacional, los resultados muestran de forma clara que la función mental y la salud cerebral dependen de la dieta, según los autores. Los hallazgos se publicaron en la edición del 14 de abril de la revista Alzheimer's and Dementia.
Los investigadores también encontraron que las personas con el gen APOE, que los pone en un mayor riesgo de enfermedad de Alzheimer, tenían en promedio unas puntuaciones más bajas en la función cognitiva y un mayor deterioro mental que las que no portaban ese gen.
Los beneficios de seguir de cerca una dieta mediterránea fueron similares en las personas con y sin el gen APOE. Esto significa que los efectos de la dieta en la función mental son independientes del riesgo genético de la enfermedad de Alzheimer, según los investigadores.
Más información
El Instituto Nacional Sobre el Envejecimiento de EE. UU. tiene más información sobre los deterioros en la memoria y el pensamiento.
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