Cirugía de obesidad hace posible la maternidad

Hermanas en sobrepeso pueden tener bebés luego de procedimiento de derivación gástrica

Martes, 14 de mayo (HealthDayNews) -- Cada vez más estadounidenses con sobrepeso que nunca antes parecen deshacerse de las libras mediante una cirugía que reduce su sistema digestivo, lo que hace más difícil comer y procesar comidas grandes o alimentos ricos en grasas y azúcares.

Por otro lado, para Tanya Dyce Lovelace, perder peso era su segunda preocupación. Ella se practicó la cirugía porque deseaba tener un bebé.

Los cirujanos quienes llevan a cabo la operación, conocida como cirugía de derivación gástrica, señalan que las mujeres crónicamente obesas han descubierto que la pérdida de peso rápida por la operación también puede satisfacer sus sueños de maternidad.

Lovelace, de 31 años, se practicó la cirugía en marzo de 1999 luego de padecer de menstruación irregular durante toda su vida debido a la obesidad. Al momento de la cirugía, pesaba 270 libras (122.47 kg).

En meses, la mujer de Brooklyn, N.Y. estaba embarazada. Dio a luz un niño en agosto 2000 y tuvo una hija hace tres semanas.

"Incluso hoy día, casi se me salen las lágrimas", dijo Lovelace, quien ahora pesa 200 libras (90.72 kg). "Desear algo toda mi vida, que me dijeran que probablemente no pasaría, y luego lograrlo me va a hacer llorar, pensar sobre esto".

La cirugía de derivación gástrica reduce la capacidad estomacal a 1/20 de su tamaño original y acorta el intestino delgado para reducir la cantidad de calorías absorbidas durante la digestión, explicó el doctor Mitchell Roslin, jefe de cirugía de obesidad en Lenox Hill Hospital en Manhattan y la persona que llevó a cabo la operación de Lovelace.

La cirugía generalmente se utiliza sólo para ayudar a las personas cuya obesidad se diagnostica como enfermedad, quienes llevan tanto peso que éste puede ocasionar diabetes, infertilidad, apnea del sueño y otra enfermedades. Los doctores generalmente definen a una persona que sufre de obesidad enferma como pesar al menos dos veces su peso ideal.

Aproximadamente 75,000 personas se espera que pasen por la operación este año, de acuerdo con la Sociedad Americana de Cirugía Bariátrica. Esto sería más de 45,000 en el 2001 y 25, 000 hace tres o cuatro años.

Existe la preocupación entre los obstetras de que la cirugía de derivación gástrica pudiera causar una mala nutrición fetal, ya que las futuras madres han sido alteradas quirúrgicamente para digerir menos alimentos.

Roslin manifestó que se advierte a las mujeres que experimentan la cirugía a utilizar escrupulosamente el control natal, debido a que su sistema reproductivo podría recomenzar de nuevo en cualquier momento, y a esperar hasta que su sistema digestivo se haya ajustado a los cambios antes de intentar un embarazo.

"Nuestro consejo es esperar al menos un año", comentó Roslin. "No queremos que se practiquen una derivación gástrica, y queden embarazadas dos semanas después".

Lovelace dijo que se hizo la cirugía de derivación gástrica luego de que su hermana mayor se practicara el procedimiento y quedara embarazada de gemelos a menos de un año después.

Su hermana, Amrhu Dyce, de 38 años, buscó en primer lugar la cirugía luego de escuchar de una amiga que era una buena forma de perder peso. En ese tiempo pesaba 306 libras (138.80 kg), y sufría de diabetes. Dyce ya tenía un hijo.

Roslin ejecutó la cirugía de Dyce en abril de 1998. Dio a luz a gemelos en agosto de 1999. Ahora pesa 174 libras (78.93 kg).

Todos los niños nacidos de las dos hermanas no reflejaron señales de desnutrición, indicó Roslin, aunque admitió que él hubiese preferido que ambas mujeres retrasaran sus embarazos.

"Juegas con las barajas que te reparten, y todo resultó bien", sostuvo.

Las personas interesadas en hacerse la cirugía de derivación gástrica deben entender que el procedimiento conlleva una operación invasiva y complicada que requiere hasta una semana de recuperación en un hospital y un cambio de por vida de los hábitos alimentarios, expuso el doctor Arthur Frank, director médico para el programa de manejo de peso en George Washington University.

"Es una buena cirugía. Se ha tornado más sofisticada en años recientes. Pero debe reservarse como un último recurso, cuando fracasen toda clase de programas de pérdida de peso", recalcó Frank.

Las hermana concuerdan con que la cirugía requiere un cambio completo en el estilo de vida. Ambas comentaron haber experimentado dumping (desplomarse), una sensación de enfermedad que sucede cuando el paciente come demasiado alimento o alimentos ricos en grasas y azúcares.

Lovelace recuerda experimentar calambres horribles luego de comer una bolsa de patatas fritas a las seis semanas luego de la operación, los calambres fueron tan malos que terminó llamando la ambulancia.

"Pensé que me estaban abriendo de adentro hacia fuera", expresó. "Así de malos eran los dolores. Comencé a vomitar, lo que me alivió algo".

Dyce señala que pasó por una etapa de ira y depresión luego de enfermarse unas cuantas veces por comer cosas como mantecado de chocolate.

"Tenía coraje porque no podía comer lo que quería; estaba deprimida porque no podía comer lo que deseaba comer", dijo. "Me tomó alrededor de un año llegar a un arreglo y decidí, no puedo seguir enfermándome por ingerir cosas que no puedo comer".

Ambas hermanas dijeron que aún así recomendarían la cirugía a otros, particularmente personas quienes son muy obesas.

"Yo les diría que siguieran adelante y se la hicieran", expresó Dyce. "Pero les diría que no hay forma de que vuelvan a comer de nuevo de la misma manera".

Qué hacer

Para más información sobre la cirugía de obesidad, la Sociedad Americana para Cirugía Bariátrica tiene una guía abarcadora.

O revisa tu IMC y la información sobre las indicaciones de peso en los Institutos Nacionales de la Salud.

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