Nuevas píldoras de control de natalidad no reducen el riesgo de derrames

Probabilidades, aunque bajas en general, son más altas que las píldoras de primera generación

Jueves, 7 de febrero (HealthDayNews) -- Pese a los bajos niveles de estrógeno, las nuevas generaciones de píldoras de control de natalidad duplican el riesgo de derrames para las mujeres que las toman, demostró un nuevo estudio.

En el primer vistazo al riesgo de derrame isquémico de la más reciente generación de anticonceptivos orales, investigadores holandeses indicaron que las nuevas píldoras no son más seguras que las versiones antiguas cuando se habla de problemas de coagulación. De hecho, argumentaron, la tercera generación de píldoras puede ser más peligrosas que la segunda.

La historia de los anticonceptivos orales ha sido una de prueba y error.

La primera generación de píldoras, presentada en 1960, era una mezcla de altas dosis de estrógeno y una de dos hormonas, linesterol o noretisterona, también conocidas como progestinas. Sin embargo, aumentaron el riesgo de coagulación, que puede conducir a derrame isquémico. La próxima versión, sacada a la luz pública en 1970, contenía marcadamente menos estrógeno y sólo la progestina levonorgestrel.

Esta combinación también aumentó el riesgo de derrames, especialmente en fumadoras y mujeres con presión sanguínea alta. En adición, las mujeres se quejaban de efectos secundarios de la progestina levonorgestrel, incluyendo acné, problemas de colesterol y aumento de peso.

Esperando tener un mejor resultado, los fabricantes de pastillas, no obstante, produjeron otra fórmula en los 1980 que combinó los bajos niveles de estrógeno con las progestinas desogestrel o gestodena que son menos dañinas.

Las píldoras de control natal de tercera generación no han sido utilizadas en los Estado Unidos el suficiente tiempo para monitorear las mujeres en mayor riesgo de derrames. Sin embargo, Europa las aprobó antes, permitiendo que los investigadores compararan los riesgos entre las tres generaciones.

Un equipo conducido por Jeanet M. Kemmeren, una epidemióloga de University Medical Center en Utrecht, buscaron un vínculo entre los contraceptivos orales y los derrames isquémicos en casi 1,130 mujeres, cuyas edades fluctuaban entre los 18 y los 49, de las cuales 203 habían sufrido uno de dichos ataques.

Las mujeres quienes reportaron utilizar algún control de natalidad oral tenían un riesgo 2.3 veces mayor de derrame que el tenido por quienes nunca tomaron la píldora, informaron los científicos. El riesgo con las píldoras de primera generación aumentó 1.7 veces, en comparación con 2.4 y 2.2 veces para las versiones de la segunda y la tercera generación, respectivamente.

Como se esperaba, fumar y tener la presión sanguínea alta agravaron el riesgo de derrame isquémico, según los investigadores, quienes presentarán sus hallazgos hoy en una asamblea en San Antonio de la Asociación Americana de Derrames.

Kemmeren manifestó que aunque el estudio demuestra que las nueva píldoras de control de natalidad no son más seguras que la variante anterior, las mujeres no necesitan preocuparse con respecto a utilizarlas.

"Los riesgos absolutos son muy bajos. No creo que la mujeres deban preocuparse tanto", indicó. Apenas tres de cada 10,000 mujeres sufren de derrames isquémicos un índice que aumenta a seis de cada 10,000 entre las que toman anticonceptivos orales.

Sin embargo, aunque la mujeres no deben basar su elección de anticonceptivos orales sobre el riesgo de derrame, el grupo de Kemmeren opinó que deben decidir basadas en otra complicación: coágulos de la pierna, o trombosis venosa profunda.

En estudios previos, los científicos encontraron que las mujeres que tomaban una tercera generación de píldoras eran más propensas que las de segunda generación a desarrollar dichos coágulos. Pese que por lo general inofensivos, los coágulos venosos profundos pueden emigrar a los pulmones y tornarse mortales.

El equipo holandés recomienda a las mujeres que comienzan a utilizar anticonceptivos optar por la segunda generación de píldoras.

Aún así, Stephen M. Scwartz, un epidemiólogo de la Universidad de Washington quien ha estudiado el vínculo entre los derrames y las píldoras anticonceptivas, señaló que los más recientes hallazgos deben ser generalmente reconfortantes para las mujeres.

No obstante, añadió el estudio no examinó si las píldoras más nuevas son más propensas a causar derrames hemorrágicos o sangrantes, que son la forma más común de derrames en mujeres en edad reproductiva.

Qué hacer

Más de 10 millones de mujeres estadounidenses utilizan anticonceptivos orales. Para más sobre la píldora, visita Institutos Nacionales de Salud o el Centro Feminista de Salud de la Mujer.

Para más sobre algunas formas de anticoncepción, visita Paternidad Planificada.

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