La magia del cuidado canguro

Avances en el cuidado del bebé prematuro producen bebés más saludables

Domingo, 14 de julio (HealthDayNews) -- Para muchos bebés prematuros, la vida comienza en el ambiente oscuro y hostil de una incubadora de hospital, con poco o ningún contacto con su madre o padre durante semanas.

Sin embargo, algunos bebés con suerte incluso los prematuros más frágiles y pequeños comienzan su vida abrigados en el cálido y reconfortante pecho de mamá o papá. La práctica es llamada "Cuidado Canguro" y es una tendencia creciente en hospitales a nivel nacional.

"Lo llamamos cuidado canguro porque conlleva colocar el bebé prematuro en el pecho desnudo del padre en una posición que se asemeja mucho a la forma en que los canguros portan sus bebés en el bolso", indicó la doctora Karen Hendricks-Munoz, directora del programa de cuidado neonatal en el Centro Médico de New York University.

Usualmente vestidos sólo con pañales, los bebés se colocan con la barriga para abajo en el pecho desnudo de la madre o del padre, con su cabeza volteada de un ángulo que permita escuchar los latidos de su progenitor.

Los infantes por lo general se dejan conectados a monitores del corazón y la respiración y a veces hasta los tubos respiratorios pueden ayudar a mantenerlos con vida. Pueden permanecer en esta posición desde una hora una o dos veces al día, hasta 20 horas al día si el hospital lo permite.

"Cada hospital tiene su propia versión del cuidado canguro", explicó Hendricks-Munoz. "En nuestra unidad, permitimos que los progenitores lleven a cabo el método canguro por las horas que ellos deseen al día. Y además utilizamos una variedad de otros elementos ambientales, tales como luces y sonidos, para ayudar a crear una atmósfera que sea reconfortante para el bebé y los padres".

El cuidado de canguro se creó en 1983 en Bogotá, Colombia, para dar alivio a infantes en un ambiente que tenía poca electricidad y escasez de equipo médico confiable. Cuando los doctores comenzaron a notar que estos bebés se desempeñaron mejor que aquellos en el cuidado tradicional las tazas de mortandad disminuyeron de 70 a 30 por ciento la noticia se esparció, y no pasó mucho tiempo antes de que el concepto se practicara en los Estados Unidos. Pronto siguieron estudios médicos.

"Hasta ahora, la investigación ha demostrado que el cuidado canguro tiene algunos beneficios importantes", sostuvo Laurie Lyon, una enfermera neonatal en la unidad de cuidado especial de infantes en Johns Hopkins Childrens Center.

"No sólo para los bebés también para los padres, la mayoría de los cuales son capaces de desarrollar este asombroso vínculo con sus bebés, comenzando en una etapa muy temprana", agregó.

Los padres quienes normalmente podrían sentir depresión o ansiedad por tener un bebé en cuidado neonatal intensivo de repente se sienten mucho más conectados con su hijo cuando practican el "cuidado canguro", afirmó Lyon.

Los bebés también están exhibiendo algunos beneficios. La investigación publicada en la revista "Pediatric Nursing" reveló que cuando el "cuidado canguro" se combinó con un ambiente tranquilo, los prematuros durmieron mejor y más profundamente. Un segundo estudio señaló que los bebés también crecieron más rápido y se tornaron más estables; y fueron a casa antes de tiempo.

En 1998, la investigación publicada en la revista "Neonatal Network" encontró que los prematuros quienes recibieron el cuidado canguro tenían una frecuencia cardiaca más estable y una mejor respiración, y a menudo necesitaban menos tiempo en aparatos respiratorios artificiales.

"Se pueden, de hecho, observar los monitores cardiacos en estos bebés y notar los cambios tan pronto se colocan el pecho paterno o materno", indicó Lyon.

Junto con los hallazgos más intrigantes se destaca una interacción notable entre la temperatura del cuerpo de la madre y la del bebé.

"Desde casi el instante en que el infante es colocado en la posición "canguro" el cuerpo de la madre puede sentir cambios en la temperatura corporal del bebé. Y su cuerpo responderá consecuentemente, bien sea enfriándose o calentándose en respuesta a la necesidad del bebé en un momento dado", indicó Hendricks-Munoz.

Un estudio publicado en la revista "Heart and Lung" demostró que los bebés que recibieron el cuidado canguro de parte de sus padres a menudo necesitaban frazadas para mantenerse calientes, mientras que los sostenidos por sus madres no.

Aunque es difícil argumentar en contra del éxito del "cuidado canguro", sus opositores temen que éste pueda incrementar el riesgo de infección en niños tan vulnerables que casi cualquier germen podría amenazar su vida.

Hendricks-Munoz y sus colegas en el Centro Médico de New York University están estudiando esta posibilidad. Hasta ahora, sostuvo, resultados preliminares señalan los beneficios ineludibles del "cuidado canguro".

"Estamos continuando para encontrar que el cuidado canguro ayuda a los bebés a crecer más fuertes y a abandonar el hospital más pronto hasta 20 días antes y no existe evidencia de riesgo elevado de infección", dijo Hendricks-Munoz.

Qué hacer

Para aprender más acerca del "cuidado canguro", visita The Natural Child Project o la Universidad de Wisconsin.

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