Leche materna vinculada con IQ mayor en la adultez

Los bebés amamantados dieron mejores puntuaciones en pruebas

Martes, 7 de mayo (HealthDayNews) La lactancia fortalece el sistema inmunológico y forja fuertes lazos emocionales entre la madre y el bebé, pero la practica también significaría unos puntos más en pruebas de inteligencia.

Investigadores daneses y estadounidenses han encontrado que los bebés a quienes se amamantan más tiempo suelen tener un puntaje leve pero significativamente más alto en exámenes de cociente intelectual (mejor conocido por su siglas en inglés, IQ) cuando son adultos. El efecto es más fuerte para aquellos quienes son lactados de siete a nueve meses; luego de esto el efecto se desvanece.

"No es la diferencia entre Einstein y un niño mentalmente impedido, pero podría hacer una buena diferencia", indicó June Machover Reinisch, directora emérita del Instituto Kinsey de la Universidad de Indiana y coautora del estudio. El trabajo aparece en la edición de mañana de "Journal of the American Medical Association".

La leche materna se sabe que ayuda a los bebés a construir defensas contra infecciones y alergias, e incluso los protege de enfermedades crónicas como la diabetes y el cáncer luego en la vida. La leche humana está compuesta de anticuerpos proteínas del sistema inmunológico que no contienen las fórmulas para infantes.

También es rica en colesterol y ácidos grasos, especialmente dos moléculas, ácido docosahexaenoico (DHA, por sus siglas en inglés) y ácido araquidónico (AA), agentes claves en un cerebro saludable y el desarrollo de los ojos.

Dos de los fabricantes de fórmula más grandes del mundo, Ross Products y Mead Johnson Nutritionals, reconociendo las ventajas de estos compuestos, anunciaron recientemente que comenzarían a añadirlas a marcas seleccionadas.

En el más reciente trabajo, los científicos en Copenhagen y en el Instituto Kinsey compararon la duración de la lactancia con anotaciones en dos pruebas de inteligencia estandarizadas adultas en 973 hombres y mujeres y otros 2,280 hombres. Todos los sujetos nacieron en Dinamarca entre 1959 y 1961, colocándolos ahora en el comienzo de sus 40.

Una de las pruebas era un examen uno a uno que medía una amplía gama de aptitudes. La otra era un examen de fuerza bruta en la que se llevaban los sujetos a las fuerzas armadas danesas.

La duración de la lactancia materna calculó para un año luego del parto, y se dividió en cinco grupos: menos de un mes; dos a tres meses; cuatro a seis meses; siete a nueva meses; y más de nueve meses.

Los investigadores trataron de tomar en cuenta más de una docena de factores que se conocía influenciaban la inteligencia. Estos incluían rasgos y comportamientos de las progenitoras tales como la edad de la madre al dar a luz, su estatus social, su historial de fumar, y el nivel de educación del proveedor de la familia. Además consideraron variables específicas en los bebés mismos: su longitud y su peso al nacer y si eran prematuros.

Aún luego de establecer un control para estos factores, el amamantar durante más tiempo predijo un IQ mayor en la adultez temprana. La diferencia era más grande en la prueba civil considerada una herramienta más sensitiva y abarcadora en la que, en promedio, alcanzaron casi seis puntos aquellos amamantados de siete a nueve meses en comparación con los menos amamantados (99.4 vs 105). Esto fue constante en ambos exámenes.

"La tendencia es muy clara y lineal. Mientras mayor [sea la lactancia] mejor es el resultado, hasta los nueve meses", planteó Reinisch. "En ese punto, lo que probablemente sea el caso es que no importa cual sea el factor es que el desarrollo neural incrementado ha realizado su labor".

Además de contener nutrientes de suma importancia para el crecimiento cerebral, la lactancia puede fomentar la inteligencia de otras formas. Las mujeres quienes amamantan a sus bebés pueden interactuar más con éstos durante su primer año de vida. De manera similar, las madres quienes prolongan la lactancia pueden estar protegiendo más intensamente a sus hijos a través de su infancia y más allá de ésta, sugieren los investigadores. Alguna evidencia vincula el desarrollo familiar con el desarrollo intelectual, aunque los estudios están combinados, indicaron los investigadores.

El cirujano general de los EE.UU. desearía ver que 75 por ciento de la mujeres comenzaran a lactar desde el nacimiento del bebé, y que ese 50 por ciento continuara haciéndolo seis meses después.

Sin embargo, Carol Huotari, gerente del centro para la información de lactancia materna en la Liga de la Leche, expuso que las estadísticas de la industria de la fórmula demuestran que aproximadamente 68 por ciento comenzó a lactar al recién nacido, y sólo 31 por ciento continuó amamantándolo seis meses luego.

Huotari sostuvo que $3.6 mil millones de dólares en costos de cuidado de salud podrían ahorrarse cada año mayormente mediante la prevención de infecciones de oído y enfermedades estomacales si se pudiera lograr las recomendaciones gubernamentales.

Lo que es más, dijo, la lactancia materna conlleva beneficios emocionales y a la salud para las madres, al proveer no sólo un sentido de realización y logro, sino alguna protección contra la osteoporosis y ciertos tipos de cáncer.

"No sólo es un asunto de beneficios para el bebé", comentó. "es un beneficio para la madre y un beneficio para toda la familia".

Qué hacer: La Academia Americana de Pediatría recomienda lactar a los bebes exclusivamente durante los primeros seis meses de edad. Para más sobre la lactancia, visita La Liga de la Leche.

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