Es posible que las dietas ricas en soya no eviten los sofocos para la mayoría de las mujeres menopáusicas

Un estudio sugiere que los estrógenos naturales de origen vegetal no son efectivos para aliviar los síntomas de la menopausia

JUEVES, 22 de noviembre (HealthDay News) -- Consumir productos de soya no evita los sofocos y los sudores nocturnos a la mayoría de las mujeres, sugiere un estudio de gran tamaño.

Imagínese que está sentada esperando a entrar a una entrevista de trabajo y de pronto se siente sofocada y empieza a sudar considerablemente. O piense en cómo se sentiría si a menudo se despertara por la noche empapada de sudor. De todos los síntomas de la menopausia, las mujeres aseguran que los sofocos y los sudores nocturnos con frecuencia son los más molestos.

La causa de los síntomas reside en la fluctuación o el descenso en los niveles de la hormona femenina llamada estrógeno.

Muchas mujeres no desean o no pueden tomar ningún complemento de estrógeno para controlar los sofocos y el sudor nocturno, conocidos como síntomas "vasomotores", relacionados con el ensanchamiento y el estrechamiento de los vasos sanguíneos. Algunas mujeres deciden incluir en su dieta productos dietéticos de soya como el tofu y la leche de soya. También conocidos como fitoestrógenos, tienen una estructura química similar al estrógeno y se cree que imitan el efecto de la hormona femenina en el cuerpo.

El estudio fue publicado en línea recientemente y aparecerá en la edición impresa de marzo de 2013 de la revista Menopause.

"Nos interesaba encontrar maneras con las que ayudar a las mujeres a controlar su salud, y teníamos la esperanza de que los productos de soya se mostrarían como una buena alternativa a la terapia hormonal", afirmó la autora principal del estudio Ellen Gold, profesora y presidenta del departamento de ciencias de la salud pública en la Universidad de California, en Davis. Por desgracia, señaló, la soya "no parece que, en promedio, evite esos síntomas desagradables antes del inicio de la menopausia".

El estudio analizó los datos de un estudio a nivel nacional que realizó un seguimiento a más de 3,000 mujeres que empezaban a notar los cambios asociados con la menopausia o que no habían empezado todavía a sentir los síntomas. Sus edades, al inicio del estudio, estaban comprendidas entre los 42 y los 52 años.

Las participantes respondieron a las preguntas de encuestas detalladas sobre sus hábitos dietéticos y el consumo de fibra antes de participar en el estudio, y luego un seguimiento a los 5 y a los 9 años de empezar el estudio. Los investigadores se interesaron en la fibra porque se cree que aumenta el efecto del estrógeno. También se preguntó a las mujeres cada año acerca de los síntomas de la menopausia, incluidos los sofocos y los sudores nocturnos.

El estudio no halló una correlación significativa entre el consumo de fitoestrógenos o de fibra y el inicio de los síntomas menopáusicos en las mujeres que todavía no habían llegado a la menopausia cuando empezó el estudio.

Gold afirmó que sería necesario realizar un ensayo aleatorio y controlado por placebo con mujeres de distinta procedencia para demostrar si los fitoestrógenos o la fibra son capaces de evitar los sofocos y los sudores nocturnos, pero cree que los resultados de este estudio sugieren que no es probable que se observe ningún efecto significativo.

Aunque otros estudios se han centrado en la soya de la dieta y los síntomas de la menopausia, este estudio contó con más mujeres y realizó un seguimiento por periodos mayores de tiempo que los otros estudios, afirmaron los investigadores. El estudio también incluye personas que representan un abanico más amplio de grupos raciales y étnicos, con mujeres negras, hispanas, chinas y japonesas.

Aunque las mujeres asiáticas tienden a reportar un menor número de síntomas vasomotores que otras mujeres, la dieta típica oriental, considerada rica en fitoestrógenos, no parece que esté relacionada con la existencia de menos sofocos y sudores nocturnos.

Gold señaló que, en su opinión, puede que haya subgrupos de mujeres que, debido a factores genéticos y metabólicos, pueden obtener un mayor beneficio de los fitoestrógenos que otras. Además, no aconseja a las mujeres que no tomen productos de soya. "Si las mujeres lo prueban y eso funciona, perfecto", afirmó.

El estudio tiene algunas limitaciones.

A la Dra. Wilma Larsen, jefa de la división de ginecología de Scott & White Healthcare en Temple, Texas, le preocupa que el estudio usara datos que las mujeres habían escrito o recordado.

"Cada vez que uno confía en los reportes de los propios pacientes no se puede estar seguro de lo que en realidad están haciendo", señaló Larsen.

Aunque Larsen afirmó que el estudio contribuye con información nueva y específica sobre si los productos de soya contribuyen a evitar los sofocos y los sudores nocturnos antes de que ocurran, no cree que vaya a cambiar lo que las mujeres hacen o lo que los médicos recomiendan.

"Creo que esto no va a hacer que yo deje de recomendar a mis pacientes que sigan una dieta sana o que prueben los fitoestrógenos", aseguró Larsen. "Y desde luego no voy a tranquilizar a las mujeres asegurándoles que pasarán por la menopausia sin tener que tomar medicamentos recetados".

El estudio fue financiado parcialmente por los Institutos Nacionales de Salud de EE. UU.

Más información

Visite los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades de EE. UU. para saber más sobre la menopausia.


Artículo por HealthDay, traducido por HolaDoctor.com

© Derechos de autor 2011, HealthDay

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