Histerectomía: la operación que las mujeres podrían no necesitar

No se ofrece tratamientos alternativos a muchas mujeres

Martes, 10 de diciembre (HealthDayNews) -- Imagina que estás enfermo y tienes dos opciones de cuidado de la salud.

La primera involucra un tratamiento no quirúrgico, requiere un día o menos en el hospital, virtualmente no tiene efectos secundarios duraderos y ofrece una recuperación total en 24 a 48 horas.

La segunda involucra cirugía mayor que remueve varios órganos, una larga estadía en el hospital, semanas de recuperación y la posibilidad de que puedas sufrir consecuencias físicas y emocionales el resto de tu vida.

Considerando que ambas opciones resolverán tu problema de salud de manera forma, la alternativa parece obvia.

No, si eres mujer.

De acuerdo con los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades de los EE.UU. (CDC por sus siglas en inglés), cada año unas 600,000 estadounidenses omiten procedimientos médicos simples y relativamente rápidos y eligen en su lugar una operación que modifica la vida y en muchos casos, según opinan algunos una operación innecesaria conocida como histerectomía.

"Es difícil creer que en la actualidad se castigue a las mujeres con cirugías que no necesitan. Pero esto es exactamente lo que está pasando cuando se habla de la histerectomía una operación que se ha ejecutado una y otra vez sin hacer falta, aunque haya muchos otros procedimientos menos drásticos", indicó el ginecólogo doctor Ernst Bartsich, un profesor clínico asociado de obstetricia y ginecología en el New York Weill Cornell Medical Center en la ciudad de Nueva York.

Un estudio publicado a comienzos de este año encontró que aunque los índices de histerectomía están declinando en la mayoría de otros países desarrollado, los índices en EE.UU. están en aumento. Las mujeres estadounidenses son cuatro veces más probables de experimentar esta cirugía que las mujeres en otros países incluyendo Nueva Zelanda, Australia y la mayoría de las naciones europeas, de acuerdo con la investigación.

Sin embargo en las pasadas dos décadas, y particularmente en los pasados 10 años, están disponibles una serie de nuevas y menos drásticas opciones de tratamientos. Estas incluyen unas que ayudan a reducir los fibromas y a que mueran por sí mismos.

De manera que ¿por qué las mujeres no están tomando ventaja de estas opciones de tratamiento?

Bartsich culpa casi exclusivamente a su profesión.

"Es una contestación triste, pero simple: no se dice la verdad a las mujeres, y son los doctores quienes las engañan, particularmente acerca de qué pueden lograr estas opciones", sostuvo.

Algunos doctores tercamente rehúsan recomendar tratamientos que no ejecutan personalmente, otros permanecen dolorosamente inadvertidos o desinformados de qué está disponible, argumentó Bartsich.

El doctor Robert Vogelzang, jefe de radiología en el Northwestern Memorial Hospital en Chicago, concuerda. Vogelzang es un radiólogo quien ha estudiado exclusivamente la embolización uterina, un tratamiento radiológico que destruye los fibromas y deja intacto el útero.

Por lo menos en un estudio conducido, sólo una de cada 10 mujeres escucharon del tratamiento por medio de su ginecólogo. "Y se dijo a más de la mitad de estas mujeres que necesitaban una histerectomía cuando, en realidad, no la necesitaban", sostuvo Vogelzang.

Vogelzang añadió que los doctores informaron a las mujeres del estudio que la embolización uterina resultaría en dolor severo, y ésta era poco eficaz. Ambas declaraciones, recalcó, son falsas.

Para complicar más el asunto: Algunos doctores no son honestos acerca de las consecuencias de una histerectomía, indicaron los críticos del procedimiento.

En una encuesta a más de 600 pacientes de histerectomía conducida por la Fundación HERS (siglas en inglés de Servicios y Recursos Educativos para la Histerectomía), casi 78 por ciento de las mujeres reportaron inesperadamente desde cambio de personalidad hasta aumento en irritabilidad y fatiga profunda luego de la cirugía. Casi 75 por ciento citó una pérdida de deseo sexual que no habían anticipado, mientras que más de la mitad experimentó pérdida de memoria no esperada, y pérdida de sensualidad y sexualidad.

Lo que es más espeluznante: De acuerdo con el Colegio Americano de Ginecólogos y Obstetras, 12 de cada 10,000 mujeres no sobreviven a la histerectomía.

"Realmente dudo que alguna mujer eligiera esta opción de saber cuáles pudieran ser las drásticas consecuencias", afirmó Bartsich.

El único momento en que se debe considerar esta operación es si el diagnóstico es cáncer, que representa aproximadamente 15 por ciento de las histerectomías actuales, indicó Bartsich.

Varios estados han promulgado leyes que requieren que los doctores informen a las pacientes de todas la opciones de tratamientos antes de pedirles el consentimiento para la histerectomía. En el estado de Nueva York, donde esta legislación entró en vigor en 1990, el índice de histerectomía continúa siendo el más bajo del país.

A comienzos de este año, el Senado de EE.UU. presentó la "Ley de Educación e Investigación de Fibromas Uterinos de 2002". La propuesta autorizaría la otorgación a los Institutos Nacionales de la Salud unos $10 millones para el financiamiento para la investigación y para las campañas de conciencia pública acerca de tratamientos alternativos de fibromas.

El proyecto de ley ha sido endosado por la Sociedad para Radiología Interventiva, el Colegio Americano de Ginecólogos y Obstetras, el Colegio Americano de Cirujanos y la Asociación Médica Nacional.

Qué hacer

Si deseas conocer más sobre tratamientos alternativos a la histerectomía, visita La Fundación Nacional de Fibromas Uterinos, La Asociación de Endometriosis, y la Administración de Drogas y Alimentos de EE.UU.

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